Existen muchos juegos tradicionales mexicanos, los cuales se jugaban mucho hace algunos años cuando no teníamos las distracciones de la vida moderna. Aunque en años recientes se ha ido perdiendo esta tradición, aquí tratamos de rescatar de tu memoria dos de ellos.
Policías y ladrones.
Se dividen los niños en dos grupos, uno de ellos serán los policías y el otro, los ladrones. Los primeros deberán contar hasta 10 mientras los ladrones corren por un espacio definido previamente, ya sea para esconderse o simplemente para alejarse.
Después de que se termine el tiempo inicial, los policías deberán correr por toda el área de juego buscando a los ladrones. Cuando un policía toca a un ladrón, se da por atrapado y juntos caminan hacia la cárcel, que es un lugar del cual no pueden salir hasta que se termine el juego. El policía que hizo la captura puede volver a salir a seguir persiguiendo ladrones.
El juego termina cuando todos los ladrones están en la cárcel, se intercambian los papeles entre los dos grupos de niños y el juego vuelve a empezar.
Coleadas.
Se selecciona al niño más fuerte de todos, el cual será el primero en una fila que se forma con todos los niños. En las escuelas se suelen utilizar los suéteres de los niños para pasarlos por la cintura del que está adelante, pero si no se cuenta con esa opción, se pueden tomar todos simplemente de las manos.
Después, el primer niño empieza a correr, jalando a toda la hilera, haciendo círculos y giros bruscos, con el objetivo de que toda la cola empiece a torcerse. Mientras haya más velocidad y más curvas, más divertido resultará, ya que normalmente alguien se suelta y cae al suelo. Es importante jugar en pasto para evitar accidentes.
Te invitamos a nuestro Día de Campo este 20 de agosto de 2017, para que puedas jugar a cualquier juego tradicional mexicano que conozcas y pases un día de diversión con tu familia y amigos en un lugar limpio y seguro.