Mediante los fósiles podemos conocer acerca de especies muy antiguas que habitaron nuestro planeta.
La definición de fósil es: cualquier resto o impresión de un ser viviente que habitó la Tierra hace más de 10,000 años.
La forma más común en la que se forma un fósil es cuando alguna planta o animal fallece sobre lodo y/o fango. Su piel y órganos se descomponen, quedando únicamente los huesos.
Con el tiempo se forma sedimento sobre los huesos, y a lo largo de los años se endurece y se forma una roca. Los huesos dentro de la roca se descomponen, pero su forma ha quedado petrificada para siempre.
De esta forma los paleontólogos pueden conocer su forma, su edad, y tratar de armar el rompecabezas de la evolución.