En el mundo, existen diferentes ecosistemas formados y habitados por un gran número de plantas, animales, hongos, algas y microorganismos y que en su conjunto, forman la diversidad biológica del planeta. Nosotros los humanos, formamos parte de esta diversidad y además, dependemos de ella para vivir.
Nuestra casa, el planeta Tierra, alberga diversos ecosistemas que se distribuyen a lo largo y ancho de los continentes y océanos. A su vez, los ecosistemas son formados y habitados por diversas especies de hongos, plantas, animales y un sin fin de microorganismos que se relacionan entre sí, creando la vida del planeta.
Los países como México, China, Indonesia, Brasil, Colombia y Venezuela son conocidos como países “megadiversos”, ya que en conjunto albergan entre el 60% y 70% de la diversidad biológica de todo el mundo. Entre ellos, México ocupa el segundo lugar en el mundo en riqueza de reptiles, el tercero en mamíferos y el quinto en anfibios y plantas; además, tiene un gran número de especies endémicas, es decir, que sólo existen en nuestro país y no se encuentran en otro lugar del mundo, por lo que si desaparecen se extinguirían del planeta.
A pesar de la riqueza biológica de México, cada año se pierden una gran cantidad de especies de flora y fauna nativa sin que nos demos cuenta ya que bosques, matorrales y manglares son destruidos para convertirse en fraccionamientos habitacionales, fábricas o pastizales para ganado y zonas para cultivo, alterando de forma grave el equilibrio ecológico.
Aunque no lo percibamos, estas acciones afectan directamente nuestra vida ya que al alterar los ecosistemas, perturbamos las interacciones de la naturaleza lo que ocasiona cambios significativos en el entorno; por ejemplo: al eliminar zonas de bosques o cubrir con concreto el suelo, el agua de lluvia no puede filtrarse para recargar los mantos acuíferos lo que contribuye a la escases de agua para abastecer comunidades y ciudades; o bien, al reducir las zonas de vegetación natural además de perder diversas especies de plantas y animales, contribuimos a que el aire se mantenga contaminado ya que no hay suficientes plantas que lo purifiquen.
Dada la importancia de la diversidad biológica del mundo y para evitar su pérdida, en 1992 la Organización de las Naciones Unidas decretó que el 22 de mayo se celebre el “Día Internacional de la Diversidad Biológica” con el fin de crear mayor conciencia sobre la importancia de la diversidad de plantas, animales y todo ser vivo del mundo y a reforzar el estrecho vínculo y dependencia que tenemos los seres humanos con todos ellos.
Te invitamos a celebrar el día de la diversidad biológica conociendo más sobre su importancia y los beneficios que de ella recibimos y a que te sumes a la conservación de la naturaleza de México ¡y del mundo!