Conoce los secretos y bondades de la cáscara de nuez, el chile, la jojoba y otras plantas medicinales para revitalizar tu cabellera.
Cáscara de nuez:
Funciona como un tinte casero ecológico aportando brillo, sedosidad y disimulando un poco las canas del cabello que va desde el castaño obscuro hasta el negro lustroso. Si vas a utilizar este champú debes tener paciencia pues los mejores resultados se obtienen a lo largo de varias aplicaciones, ya que como no es un tinte químico los resultados no son instantáneos.
Chile serrano:
Excelente para estimular el crecimiento del cabello. Úsalo como champú de diario teniendo precaución de que no entre a tus ojos. Sentirás un poco de ardor pero vale la pena, ya que este efecto es el que promueve la circulación de la sangre al cuero cabelludo, resultando en más nutrientes alimentando y fortaleciendo los folículos pilosos, haciendo que el pelo crezca muy rápido.
Jojoba:
Tiene propiedades contra la caída del cabello, limpiando el cuero cabelludo al tiempo que lo hidrata, restaura y acondiciona. Su secreto está en que ayuda a disolver y desplazar el sebo que obstaculiza el folículo, dejándolo libre para reanudar su funcionamiento normal. Además el aceite de jojoba es antioxidante e interviene en la regeneración celular, proporcionándole mayor brillo y sedosidad al pelo.
Espinosilla:
Es hidratante, especial para cabello muy delgado o reseco y es auxiliar en la prevención de caspa por resequedad. Además de dar brillo y sedosidad, sus propiedades regeneran y fortalecen el folículo piloso normalizando el crecimiento del cabello y deteniendo la caída. Se recomienda su uso diario.
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