¿Sabías que los residuos generados a partir de los aceites y grasas vegetales o animales usados, son la principal causa de contaminación de aguas urbanas?
Debido a su vertido incontrolable por el desagüe, estas sustancias causan no sólo problemas en el alcantarillado de las ciudades (produciendo obstrucciones, malos olores y plagas en las cañerías), sino que también son una importante agresión para el medio ambiente.
Como es conocido, antes de regresar a ríos y mares, toda el agua que circula por el drenaje de las ciudades pasa por una planta tratadora que separa todos los sólidos e impurezas que ésta lleva.
El problema de vaciar por el fregadero el aceite y las grasas vegetales o animales, radica en que éstos resultan muy difíciles de separar del agua, causando diversas problemáticas en las plantas de tratamiento como averías, obstrucciones costosas y la reducción de vida útil de la planta, lo que ocasiona un incremento del costo energético y económico del procesamiento del vital líquido.
Igualmente si estos residuos llegan a los ríos o al mar, modificarán la correlación del oxígeno y agua, ya que crean una película difícil de eliminar que impide el paso de la luz y el intercambio de oxígeno entre el aire y el vital líquido, lo que altera los ecosistemas acuáticos poniendo en peligro múltiples especies animales y plantas.
Además, el aceite y las grasas vegetales o animales que se vierten por el fregadero se solidifican, causando la obstrucción y corrosión de las cañerías, provocando también malos olores y un aumento de plagas urbanas.
El aceite vegetal usado, recolectado y recuperado puede ser reutilizado para la elaboración de diferentes materiales y productos como: lubricantes, jabones, velas, productos cosméticos, pinturas o barnices, biodiesel, abono orgánico y como un aditivo para alimento animal.
Todo esto hace que el reciclaje de estas sustancias sea un tema importante para la conservación del medio ambiente.