Sabemos que en la actualidad nuestros perros ya no son simplemente mascotas, sino parte de nuestra familia. Jugamos con ellos, nos acompañan a las vacaciones y a veces hasta son nuestros confidentes (no importa que no nos respondan con palabras). Aunque parezca obvio que amarlos es necesario y suficiente, es importante tener presentes algunas recomendaciones para cuidarlos adecuadamente, recordando que ellos dependen de nosotros para que tomemos las mejores decisiones para su bienestar.
- Visitas periódicas al veterinario:
Igual que con las personas, la prevención en materia de salud es fundamental (y a la larga más barata que atender enfermedades que se pudieron evitar). Parte de tu rutina debe ser una visita al médico al menos cada seis meses para vacunar y desparasitar a tu peludo. Los cachorros o los perros geriátricos deben hacerlo con más frecuencia. El mejor veterinario es el que esté cerca de tu casa y que tenga buenas referencias (pregunta a vecinos y conocidos o entra a sus redes sociales si las tiene). Verifica que tenga cédula profesional y los permisos de funcionamiento en regla. Jamás des medicamento a tu perro tú mismo, no importa si los síntomas “se parecen a los de la última vez que lo llevaste al médico”. No le suministres medicamentos diseñados para humanos a menos que el veterinario te lo indique. Aprende a “comunicarte” con tu perro y a detectar posibles malestares o síntomas de alerta. Cambios de comportamiento, decaimiento, baja repentina de peso, marcas en la piel, perdida excesiva de pelo o de peso, ansiedad, entre otros, pueden ser avisos de que es necesario visitar el consultorio. ¿Sabías que hasta existen seguros médicos para animales?
- Esteriliza o castra a tu canino:
Existen muchos mitos al respecto y también es cierto que los humanos tendemos a proyectar nuestras emociones, deseos o frustraciones en nuestros animales. No, tu perrita no necesita “realizarse como mamá”, ni tampoco “se pondrá gordito(a) después de la cirugía”. El control de la reproducción es fundamental y solo puede ser responsabilidad del humano. Existen cifras que indican que hay cerca de 20 millones de perros en México, de los cuales el 70 % viven en la calle. ¿Quieres eso para la descendencia de tu amigo peludo? Aún si te aseguras de colocar en buenos hogares a los cachorros de tu perrito o perrita, ¿podrás asegurar lo mismo para las siguientes generaciones? Platica con tu médico veterinario sobre las ventajas y realidades de este procedimiento totalmente seguro. Además, al esterilizar se reducen riesgos de enfermedades cardiacas, ciertos tipos de cáncer, infecciosas, hormonales o incluso se disminuye la posibilidad del extravío del perro (porque pierden el impulso de salir a aparearse).
- Collar y placa, su boleto de regreso a casa:
Debemos empezar por recordarte que, sin pretexto alguno, los perros deben salir a áreas públicas acompañados de sus humanos y con correa. No valen excusas como “siempre me hace caso”, “no muerde”, “sabe regresar solito”. En el entorno hay estímulos que los pueden alterar y basta un segundo para que una tragedia ocurra. Además, las legislaciones consideran obligatorio portar correa. Si por alguna razón tu perrito se pierde (toc, toc, tocamos madera), sus probabilidades de que alguien lo encuentre y lo regrese a ti, serán mayores si tiene collar y placa con datos actualizados (en ambos casos, resistentes, en buen estado y que no se caigan fácilmente). Las personas que encuentran perros extraviados, suelen dejarlos en la calle si no tienen placa, porque saben que no pueden regresarlos a sus dueños y no desean la responsabilidad. Para que arriesgarse, mejor asegúrate de que tu perro tenga un medio de identificación.
- Ambiente seguro:
Tu vida y también tu casa, se deben transformar con la llegada de un perro. Igual que con los niños pequeños, debes alejar de su alcance cosas riesgosas o frágiles, restringir accesos, designar espacios para dormir, comer, beber y hacer del baño. Recuerda que el acceso a la hidratación debe ser permanente, con agua limpia y fresca, en especial en temporada de calor. Tendrás que incorporar a tu rutina los horarios de paseos, alimentación e higiene. Se recomienda leer en fuentes serias información relacionada a la educación y tenencia responsable de mascotas.
- Actividad suficiente:
El ejercicio es vital para su salud. Son indispensables los paseos regulares (diarios de preferencia), las actividades que estimulen su mente (encontrar, olfatear, jalar, rascar, etc.). En pocas palabras, necesitan que los dejes ser perros y hacer cosas de perros. El juego es también una excelente manera de crear vínculos entre tú y tu animalito.
- Limpieza e higiene:
No olvides recoger las heces que tus caninos dejan en la calle. El fecalismo es un riesgo de salud muy serio, ya que las heces se secan, se pulverizan y viajan en el aire, causando enfermedades a personas y otros animales (así es, respiramos y tragamos la popó de los perritos cuyos dueños no son responsables, guácala). Debes cepillar su pelo con frecuencia y bañarlos una vez al mes, mantener limpio su espacio, cama, trastes y juguetes. Existen muchos aditamentos y sustancias no tóxicas para ayudarte con la limpieza. Pregúntale al médico si te sugiere limpieza dental. Las tallas pequeñas son propensas a perder piezas dentales desde jóvenes, pero la higiene bucal disminuye el riesgo.
- Ser perro, no es ser humano:
Debemos tratarlos con mucho amor, pero reconociendo su naturaleza canina. No cometamos el error de confundir apapacharlos con humanizarlos. Eso les genera mucha ansiedad y problemas de salud emocional que a la larga se vuelven problemas físicos. Cargarlos en exceso, disfrazarlos, pintarlos de colores, tratarlos como bebés humanos, subirlos a carriolas, sentarlos a comer a la mesa, puede parecer divertido y amoroso, pero en realidad les genera mucha confusión y ansiedad innecesarias (aunque no lo parezca). Asesórate con etólogos o bibliografía para aprender a ser cariñoso sin caer en el extremo de humanizarlos.
- Aliméntalo saludablemente:
Es muy importante elegir el tipo de alimentación adecuada para la raza (o mezcla de ellas), edad y talla de tu perro. Recuerda que, así como la calidad es importante, también debes vigilar la cantidad (ni más ni de menos de lo indicado por tu veterinario). Es recomendable tener horarios fijos de alimentación. Sabemos que es difícil no caer rendidos ante esos ojitos suplicantes de golosinas y probaditas de tu comida. Pero debes resistir y no consentir en exceso por medio del alimento. No alimentes con sobras de comida humana, recuerda que hay ingredientes que son nocivos para los perros, además de que no estaría bien balanceada su ingesta. En dietas con base en alimentos procesados es muy importante asegurar la mejor calidad posible, verificar los ingredientes y su origen y que el balance de nutrientes sea adecuado para la talla y etapa de vida. Es común que nos dejemos llevar por la publicidad de las marcas comerciales, pero sería mejor consultar al veterinario sobre sus sugerencias.
Algunas fuentes empleadas:
- https://www.forbes.com.mx/7-de-cada-10-hogares-en-mexico-tienen-una-mascota/
- https://www.publimetro.com.mx/mx/noticias/2017/03/10/mascotas-absorben-60-ingreso-familiar.html
- https://es.wikihow.com/ser-un-due%C3%B1o-de-perros-responsable
- https://harmonia.la/tiempo-libre/mascotas/10_puntos_para_ser_un_dueno_responsable_de_tu_perro