El pino azul es un pino piñonero endémico de México que por el comercio ilegal de sus semillas y su restringida distribución natural se encuentra en peligro de extinción.
En México existen una gran diversidad de ecosistemas y especies tanto de fauna como de flora, muchas de ellas endémicas de nuestro territorio, es decir, que sólo habitan en nuestro país. Por ejemplo, tenemos 50 especies de pinos que representan el 50% de los que hay en el mundo, siendo los pinos piñoneros (pinos que producen semillas con nuez comestible muy nutritiva) los que presentan un alto grado de endemismo, como es el caso del pino azul (Pinusmaximartinezii).
Este pino habita, de manera natural, en pequeñas localidades de Zacatecas y Durango. Su población es muy pequeña, apenas unos 3,400 individuos confinados en un área de apenas 500 hectáreas. Viven en suelos rocosos, de buen drenaje y muy secos; alcanzan una altura de 15 m y florecen de febrero a marzo, aunque comienzan a producir semillas hasta los 25 años de edad.
Una característica muy propia de este pino, es el increíble tamaño de sus conos o “piñas”, como popularmente se les conoce, pues ¡alcanzan un tamaño de casi 30 cm y pesan hasta 2 Kg!; sus semillas también son de las más grandes, miden en promedio 2.5 cm. La parte comestible de la semilla se le conoce como “piñón” y es altamente apreciado por el comercio nacional e internacional (principalmente Nuevo México, Estados Unidos y Japón); se le utiliza para elaborar dulces, licores, jaleas, entre otros y llega a cotizarse hasta en $300 el kilogramo de semillas (800 piezas).
La explotación de las semillas del pino azul y su venta en el mercado ilegal han puesto en riesgo la regeneración natural de sus poblaciones, ya que al no haber semillas no se reproducen nuevos individuos que aseguren la permanencia de la especie. Es por ello que este pino aparece en la lista de las plantas en riesgo de nuestro país, en la categoría de “En peligro de extinción”. Sin embargo, hay muchas instituciones interesadas en su rescate y conservación.