El axolote o ajolote, es una salamandra con características muy peculiares, debido a que cuenta con rasgos de cuando era una larva en su vida adulta. Esta condición se le conoce como neotenia, lo que significa que su aleta dorsal la conserva y sus branquias externas sobresalen de la parte trasera de su cabeza en forma de pequeños pelitos.
Su longitud promedio son 15 cm, aunque hay veces que logran alcanzar los 30 cm. Su color natural suele ser negro o marrón moteado, también existen las especies albinas, de un color amarillo, rosas o blancas.
Su dieta se basa en moluscos, gusanos, larvas de insectos, crustáceos y algunos peces. Son depredadores en su hábitat natural. Ellos alcanzan a vivir hasta los 15 años.
Estos animalitos, son sorprendentes para los científicos, debido a su capacidad de regeneración. Cuando un axolote pierde alguna extremidad, en 40 días sus células formarán tejidos que serán una nueva parte de su cuerpo. Para las poblaciones prehispánicas, era un alimento popular, pero, también fueron y siguen siendo utilizados con fines medicinales para aliviar enfermedades cutáneas y respiratorias.
Esta especie habita en el Lago de Xochimilco y el de Chalco, lamentablemente el ser humano ha introducido especies exóticas, como las tilapias y contaminado estos cuerpos de agua, lo cual ha originado que poco a poco estos seres se vayan extinguiendo. En casos extremos, el estrés que manifiesta el axolote lo hace salir del agua.
Actualmente son criados en cautiverio para que en el futuro puedan ayudar a las poblaciones silvestres a recuperarse, pero de poco servirá, si las condiciones no mejoran.
Por ello, ayuda a preservar sus hábitats naturales, informa a quienes no saben sobre el peligro que enfrentan los axolotes y si te es posible, apoya a las organizaciones que están realizando acciones para evitar su extinción.
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