Las noches de calor están por terminar, los días cada vez son menos largas y el viento se vuelve más gélido; debes saber cómo cuidar de las hortalizas en las próximas heladas.
Los últimos días del otoño son en noviembre y el frío se comienza a sentir. En esta época del año la actividad en el huerto empieza a disminuir, es decir, que crecen de forma más lenta. Sin embargo, las tareas de la plantación para este mes son un poco más específicas, es importante enfocarse en las bajas temperaturas que se aproximan.
Las lluvias otoñales ayudaron a minimizar la cantidad de riego, da la oportunidad de que te puedas enfocar en otras tareas, como proteger el terreno de nuestras verduras. Hay muchas formas de preservar los cultivos, dependiendo del clima de tu ciudad; por eso es indispensable saber cómo enfrentar el fresco sin sufrir bajas.
Para comenzar, tendrás que disminuir la cantidad de fertilizantes, pues éste aporta muchos nutrientes a las plantas y produce una evolución rápida en ellas; los nuevos brotes son muy frágiles y, como consecuencia, podrían sufrir daños. Al reducir el fertilizante, el crecimiento es más lento y libera los nutrientes poco a poco.
Los invernaderos son muy populares en esta temporada y tiene mucha eficiencia. Ayuda a incrementar la temperatura de la tierra y del aire, para que funcione debe estar en una zona soleada y aislada del viento. Existen invernaderos prefabricados, sin embargo, puedes hacer el tuyo con aluminio para la estructura y vidrio o plástico para la cobertura.
Otra opción muy aceptable es el acolchado. Es funcional tanto en el verano como en el invierto; en el primero protege la superficie de los rayos del sol, disminuyendo la evaporación; en el segundo retiene la calidez y estabiliza la temperatura frente a cambios bruscos en la meteorología.
Las mantas térmicas de jardinería son muy accesibles en aspecto económico y también son muy fáciles de quitar. Sólo debes colocar la manta sobre la zona deseada, cuidando que no lastimen la producción. Asimismo, puedes cubrir tu huerto con paja.
Un método poco conocido es crear un muro de piedra oscura, funciona como protector de los vegetales La piedra absorberá la luz y acumulará la energía del día, por lo que el muro lo distribuirá por la noche manteniéndolo como un calentador.
¡Ojo! No deja de ser necesario quitar la hierba mala, ya que suele congelarse con facilidad y afecta a nuestra pequeña granja, principalmente si son muy jóvenes.
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