Este año 2020, la humanidad está enfrentando lo que muchos pudiéramos definir como, algo inimaginable o salido de una película de ciencia ficción. Estamos sintiendo, como especie, un asedio a nivel planetario.
Nos hemos tenido que recluir en nuestros hogares ante el riesgo y la amenaza del sufrimiento y el fallecimiento por una enfermedad presente en casi todos los lugares que habitamos y esperamos con urgencia, que pase pronto el peligro de una muerte que se extiende.
En medio del encierro, finalmente algunos de nosotros nos hemos puesto a comparar nuestra realidad con aquella que otras especies de animales han vivido durante siglos: el asedio y el sufrimiento, debido a lo cual hoy están en peligro de extinción.
- 11% de las aves
- 20% de los reptiles
- 34% de los peces
- 25% de los anfibios y mamíferos
Su amenaza principal no es un virus, sino la destrucción y fragmentación de sus hábitats, derivada del cambio climático, la caza y el tráfico ilegal, y la introducción de especies exóticas; todas ellas causas que han estado en nuestras manos.
Hoy que lo vivimos, ¿comprendes lo que es el cautiverio y la permanente sombra de la muerte?
Resulta irónico que los seres vivos del planeta, en conjunto, formamos una barrera inmensa y eficaz que impide la expansión de los virus causantes de las pandemias. Por ende, extinguir especies es debilitar ese escudo protector contra los virus.
Ahora que enfrentamos una crisis de salud globalizada, producto de la presión sobre el planeta, es un buen momento para revalorar el cuidado de nuestra especie y de las otras formas de vida. Sería la manera más civilizada de co-habitar la Tierra, comprendiendo nuestras conexiones e interdependencias.
¿Tú que vas a hacer al respecto? ¿Tomarás cartas en el asunto o simplemente dejarás que pase el tiempo para borrar el tema de tu memoria?
Esta nota fue elaborada con información tomada del material educativo de distribución gratuita generado por la Maestría de Educación Ambiental de la Universidad de Guadalajara.