La composta es una forma de ayudar al medio ambiente y tiene el efecto de mejorar el terreno de jardines o huertos. Conoce los beneficios de ésta y lo que necesitas para hacer la tuya.
A lo largo del año hemos hablado sobre lo indispensable que es mezclar la tierra de nuestras hortalizas con composta. Octubre es el mes donde el frío comienza a presentarse y es necesario mantener los cuidados en los cultivos, agregar abono orgánico al suelo de nuestra plantación trae muchos beneficios, tanto ambiental como en la agricultura.
No sólo queremos que conozcas, sino también que sepas lo que un abono requiere. Es muy simple y no requiere de mucho dinero.
Beneficios:
- Reduce los desechos en vertederos.
- Puede disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero (metano).
- Elimina la necesidad de fertilizantes.
- Mejora la calidad de la superficie en jardineras, bosques, humedales y hábitats.
- Ayuda a combatir la contaminación de residuos peligrosos.
- Otorga que el piso mantenga niveles adecuados de humedad, disminuyendo el riego.
- Reduce la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera.
- Mayor rendimiento en los suelos de nuestros vegetales, obteniendo alimentos ecológicos y saludables.
- Limita los riesgos de plagas.
Hay dos tipos de compostas: compostaje tradicional y vermicompostaje. La primera consiste en acumular la materia orgánica, es decir, residuos orgánicos que todos generamos. La segunda es una técnica de compost utiliza una especie de lombriz, donde aprovecha la capacidad degradativa de las lombrices, se entiende como un método ecológico para darles valor a los residuos orgánicos.
Nos enfocaremos en el compostaje tradicional. Lo que necesitas para hacer uno es:
- Residuos de las cosechas anteriores
- Materia orgánica (restos de alimentos)
- Tierra y aserrín
- Un recipiente donde colocarlo
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