También conocido como “Fiesta de la Presentación”, “Fiesta de la Luz” o “Fiesta de la Purificación”, el Día de la Candelaria es una tradición religiosa que proviene de las celebraciones de la Iglesia Católica que inician con la Navidad.
Dedicado a la Virgen de la Candelaria, se festeja en varios países, todos los años el día 2 de febrero, rememorando la presentación del Niño Jesús (luz del mundo que viene a iluminar a todos como vela o candela) en el Templo de Jerusalén y la purificación de la Virgen María después del parto.
Aunque hay mucha similitud entre las formas como se realiza esta celebración en distintas regiones, cada una lo hace con base en sus costumbres, entre las cuales frecuentemente se encuentran las procesiones, los rezos y cantos, las danzas, la música o compartir alimentos.
En México, esta tradición que se conmemora desde la época colonial, se conjuga con raíces prehispánicas; los antiguos pobladores debían llevar tamales cuando rendían culto a los dioses, pidiendo por la fertilidad de la tierra y por los beneficios del agua durante el nuevo ciclo agrícola que iniciaba.
Por consiguiente, en nuestro país, el Día de la Candelaria se acostumbra que el padrino o la madrina del Niño Dios (aquellos afortunados que el 6 de enero lo encontraron escondido en su rebanada de Rosca de Reyes), lo levante del pesebre, arrulle, vista y lleve a la iglesia para ser presentado y bendecido, así como hacer un convite a base de tamales y atole.
Para que sigas con la tradición el próximo 2 de febrero, Xochitla te comparte dos originales y deliciosas recetas de tamales creadas por sus expertos: