- A veces riendo, a veces llorando.
- Visión mexicana de la muerte.
- Colorido y esencia de un pueblo que se habla de tú con la muerte.
Sin lugar a dudas, la muerte en México no es solo motivo de duelo, tristeza y solemnidad fúnebre. Para los mexicanos recordar a los muertos es motivo de fiesta, de regocijo, de celebrar la vida de los que se adelantaron y pretexto suficiente para expresar emociones contrastantes a través de diversas manifestaciones artísticas, religiosas y sociales.
La muerte en el imaginario mexicano es un reconocimiento de la fragilidad de la vida, pero recordatorio también de una promesa de que hay una vida “en el más allá”, una esperanza a la cual aspirar. Desde las tradiciones prehispánicas repletas de significados místicos y una cosmovisión de distintos “lugares de descanso eterno”, a los cuales se llegaba dependiendo de cómo se moría; hasta la concepción cristiana que llegó con la conquista y la colonia, y que habla de un solo “paraíso eterno” al que se puede aspirar dependiendo de cómo se vive. Dos visiones que aparentemente son distantes, pero que dan como resultado una tradición llena de sincretismos y de expresiones diversas, coloridas y enigmáticas.
Más recientemente, el arte mexicano en cualquiera de sus disciplinas, no ha estado exento de retratar estas concepciones tan complejas. Los más grandes exponentes de las artes plásticas en México, han retomado este tema para plasmarlo en sus obras. La ilustración tuvo un representante, por ejemplo, en Manuel Manilla (1830-1895), de quien poco se sabe pero es considerado el precursor de José Guadalupe Posada, por sus caricaturas que incluyen personajes esqueléticos. Posteriormente en esta misma corriente, el propio Posada originario de Aguascalientes (1852-1913), se volvió célebre sobre todo hacia la época del final del Porfiriato, por sus dibujos y grabados políticos. Su personaje, “La Calavera Garbancera”, es una sátira a las clases privilegiadas o quienes por apariencias mantenían un estilo de vida que no correspondía a su realidad: “…en los huesos, pero con sombrero francés con sus plumas de avestruz”. Más tarde en la obra de Diego Rivera (1886-1957), el personaje se populariza aún más y se le conoce con el nombre de “La Catrina”, que se ha vuelto el símbolo por excelencia de las conmemoraciones de Día de Muertos en la actualidad, y por el cual nos conocen en todo el mundo.
El destacado muralista jalisciense José Clemente Orozco (1883-1949), proveniente de la escuela expresionista, retrató a la muerte en varias de sus obras con su visión más cruda y orientada a la defensa de las causas sociales.
Frida Kahlo (1907-1954), pintora mexicana de fama internacional, retomó el dolor de sus males físicos y las dificultades de su vida para representarlos en su obra, en los que muchas veces aludió a la muerte (mostrada con calaveras o esqueletos) como un recurso para representar su propia condición de vida y angustias más profundas, o bien para reírse con ironía de la fragilidad de la vida y la tranquilidad que llegaba con la muerte. “Doctor si me deja beber este tequila le prometo no beber en mi funeral”, frase dicha por la artista poco antes de morir, muestra del humor con el que se puede tomar todo en la vida, hasta la propia muerte.
Cercana a nuestros días, Bertha Sandoval Romero, pintora y restauradora mexicana, retoma el trabajo de Posada y año con año representa el personaje de “La Catrina Mexicana”. Lo ha hecho en público desde 1994, pero para audiencias privadas desde 1974. Fue discípula del mismísimo Diego Rivera y es en su obra “Una tarde dominical en la Alameda Central”, en la que se inspira para su caracterización.
Y así la lista podría crecer tanto que tomaría una extensa nota para citar a diversos representantes del arte mexicano moderno que han tomado a la muerte como tema en sus obras. En lugar de ello te proponemos visitar Xochitla durante el próximo Festival de Noche de Muertos, que se llevará a cabo el 27 de octubre de 2018. Con actividades desde las 11 de la mañana, podrás disfrutar de expresiones artísticas, recorridos temáticos como el sendero de la “Visión de la muerte a través del tiempo” o el “Panteón de las ánimas en pena”, representaciones de leyendas coloniales, el espectacular juego de pelota prehispánico o las apariciones de La Llorona.
Mención especial merece la exhibición de los seis altares de muertos con la temática de “Pintores y Muralistas Mexicanos”, que prepararán estudiantes y docentes de seis campi de la Universidad del Valle de México. Los pintores que serán representados en esta muestra serán Frida Kahlo, Diego Rivera, José Clemente Orozco, José Luis Cuevas, José María Velasco y Rufino Tamayo.
La Dirección de Artes Culinarias de la UVM, ha convocado a estudiantes de las Licenciaturas en Innovación Culinaria y Gestión, así como de la Licenciatura en Gastronomía, a sumarse a este proyecto con el que la universidad contribuye al enriquecimiento del programa cultural y recreativo del festival, haciendo una valiosa aportación al evento organizado por Fundación Xochitla, A. C., como parte de sus estrategias para la generación de recursos que se destinarán a sus proyectos de conservación y educación ambiental.
Bajo la guía de académicos y directivos, los jóvenes universitarios desarrollarán todo un concepto museográfico en el que retomarán, para la confección de los altares, algunos materiales naturales colectados en Xochitla como composta, bambú, rodajas de troncos, mulch (madera triturada teñida con pigmentos vegetales), entre otros. También complementarán su diseño empleando otros materiales de reutilización y reciclables. Además, para relacionarlo con su formación profesional, la propuesta incluye un fundamento académico y todo un proceso de investigación. Cada uno de los altares tendrá una dimensión de 36 metros cuadrados y los estudiantes se encuentran ya trabajando con mucho entusiasmo en ellos.