En situaciones cómo la que actualmente se viven de contingencia sanitaria, se volvió una necesidad impostergable entrar a la dinámica del trabajo remoto desde casa. En la cultura laboral mexicana, tradicional y muchas veces retrasada respecto de las tendencias globales, para muchas empresas o entornos laborales era impensable proponer este tipo de trabajo, y menos a la mayor parte de una plantilla. Desconfianza, carencias tecnológicas, micro-control, muchas pueden ser las razones válidas o no. Pero hoy nos vemos forzados a hacerlo, así que esto puede ser un ensayo interesante del cual, pasada la emergencia, se exploren posibilidades para una nueva cultura laboral. ¿Pero ya te preparaste para trabajar desde casa los próximos días?
Echa un ojo a estas recomendaciones y revisa tu lista para estar mejor adecuado(a):
- Tecnología en orden: tal vez es momento de replantearse cambiar de computadoras de escritorio a portátiles. Al menos para ciertas posiciones dentro de la empresa, paulatinamente podría darse este cambio, para que cualquier colaborador pueda cargar más fácilmente con una laptop y un mouse y trabajar desde casa. Mientras tanto, hoy asegúrate de llevarte a casa todos los elementos tecnológicos necesarios y materiales que te puedan ser útiles: desde el CPU, monitor y teclado si no queda de otra, hasta mouse, cámara web, cargadores, discos duros externos, etcétera. Solicita a los responsables de TI (Tecnología de la información o Sistemas) que te ayuden a preparar tu equipo de cómputo con software adecuado para teletrabajo y juntas a distancia. Se recomienda Slack, Microsoft Teams, Skype, Zoom o GoToMeeting. Necesitarás brindar a tu especialista las características de tu servicio doméstico de Internet por si es necesario considerarlas.
- Ancho de banda bien aprovechado: tal vez las características de tu servicio doméstico y el de la empresa u organización sean distintas. Muchas juntas a distancia tendrán que realizarse apoyados en la tecnología de la videoconferencia (lo que eventualmente nos hará percatarnos de que algunos viajes de trabajo podrían no ser tan necesarios y reducir costos, pero ese es otro tema). Si tienes dificultades con tus enlaces de videoconferencia, es probable que estés saturando tu ancho de banda, al tener conectados varios dispositivos al WiFi simultáneamente. Intenta desconectar celulares, videojuegos o dispositivos de streaming. Si la señal sigue fallando, desconecta tu transmisión de imagen y participa solo con audio. Tendrás que coordinarte con otros miembros de la familia que también trabajen para adecuar sus agendas de uso de estos servicios, tanto para trabajo como para ocio. Enseña a los niños a guardar silencio cuando mamá o papá están en una video llamada de trabajo.
- También los niños están en casa: guarderías y escuelas han suspendido sus labores y los niños tendrán que estar en casa al mismo tiempo que los adultos que están trabajando desde el hogar. ¡Que no cunda el pánico! Se necesita un plan de educación y entretenimiento, abastecerse de rompecabezas, libros, juegos de mesa, y los propios juguetes que ya existan en casa. ¿Te acuerdas como jugábamos antes sin tanta tecnología? Es el momento de hacer memoria y “heredarles” a tus peques esas experiencias divertidas enseñándoles tus juegos. En la medida de lo posible asignar espacios y horarios para juegos y actividades que no dificulten el trabajo de los adultos. Es buen momento para reforzar aspectos de la crianza infantil, involucrando a los niños en tareas domésticas acordes a sus edades, a respetar horarios y rutinas o indicaciones de guardar silencio cuando es necesario. También puedes vaciar ese cajón con restos de materiales escolares y papelería, lo que podría ser un momento ideal para aplicar las 3R’s. Que los infantes echen a volar su imaginación y aprovechen esos materiales para crear y entretenerse. Busca en nuestro blog algunas ideas que te hemos dado antes para mantener a los pequeños entretenidos.
- Definir expectativas: es necesario acordar previamente entre líderes y miembros de los equipos de trabajo, cuales son las expectativas reales del trabajo a distancia. Es decir, no se podrá (ni debería) atenderse todo exactamente igual que si estuviéramos en la organización. Hay que definir prioridades para atender funciones vitales para la empresa o institución, metas concretas, formatos de reportes y modelos de seguimiento y supervisión. Una comunicación abierta, honesta y permanente será necesaria, así como una apertura para adaptarnos a algo que en muchos casos será la primera vez que se explore. Fluir y cambiar si algo no funciona, es esencial.
- Conócete y prepárate mentalmente: Si eres de los(las) que tienen la tentación de levantarse más tarde y de andar todo el día en pijama, mejor piénsalo dos veces. Ponernos en sintonía para trabajar, depende también de seguir rutinas como si lo estuviéramos haciendo en la oficina. Levántate a una misma hora diariamente y sigue en lo posible las mismas rutinas: tender la cama, bañarnos, vestirnos peinarnos, eso nos va preparando mentalmente para estar en sintonía profesional. En la medida de lo posible, crea dentro del hogar un espacio que sea solo de trabajo y que te haga sentir “en la oficina”. Trata de seguir los mismos horarios para comer y concluir la jornada. También están los que se van en el otro sentido y no paran de trabajar en todo el día sin hacer pausas ni para comer o se siguen trabajando más allá del horario regular y concluyen hasta entrada la noche. Todos los extremos son malos, trata de buscar el equilibrio.
- Cuida tu bienestar emocional: El confinamiento después de varios días puede contribuir a claustrofobia, depresión, ansiedad y otros males emocionales. Si el punto de estar en casa es cuidar la salud, eso incluye la emocional. Date respiros, haz breves pausas para estirarte, hidratarte, revisar por cinco minutos tus redes sociales (dijimos cinco eh). Incluso mirar por la ventana o acariciar a la mascota unos minutos puede ser benéfico para no incrementar el estrés que provoca el aislamiento.
- Bienvenida la cámara web: las llamadas solo con audio, con más de una persona, pueden ser confusas y contribuir a la sensación de agobio que se agrava con el aislamiento. La cámara web disminuye ese efecto, porque se puede ver a la persona que habla y ayuda a sentirnos “acompañados”, y ver rostros familiares de nuestro día con día. Rutina dentro de lo atípico. Es todo un reto para la comunicación, ya que se requiere ser ordenados al hablar por turnos y ser lo más concretos posibles (cosa que a muchos se nos dificulta estando frente a frente). Se vale preguntar si algo no te quedó claro o si tú fuiste quien explicó tratar de asegurarte de que lo fuiste. Ratificar o resumir lo que alguien más dijo para asegurar que entendimos, es también una buena idea.
- Hacer lo posible: hay trabajos que no se pueden hacer desde casa: almacenistas, trasportistas, servicios de mantenimiento, riego de áreas verdes, construcción, manufactura. Ellos no se pueden llevar el trabajo en casa porque su función solo tiene sentido en el espacio laboral. Cada organización deberá buscar los modelos para mantener una muy baja concentración de trabajadores en sus instalaciones y para asignar funciones que se puedan llevar a casa (en algunos casos incluso no relacionadas con el puesto de alguien, pero que justifican momentáneamente su salario). Es buen momento para sacar adelante esos proyectos que nunca pueden ser atendidos por la carga cotidiana, para repartir funciones y aprovechar habilidades de los colaboradores en algo nuevo para ellos. Los cuerpos ejecutivos deberán ser creativos y tal vez en el camino descubran que puede haber modelos de colaboración que no han sido explorados, hasta que nos vimos en la necesidad de hacerlo. Cada institución debe revisar estos temas conforme a sus propias características y condiciones.
- No todo es trabajo: el confinamiento no solamente nos está impidiendo ir a trabajar normalmente. En muchos casos también nos vemos en necesidad de permanecer distanciados de familiares cercanos que forman parte de nuestra rutina, de nuestras parejas o amigos. No podemos ir a visitar al abuelito al asilo para no exponerlo, ni acudir a casa del familiar que antes de que la contingencia empezara se fracturó una pierna. Para las personas que viven solas estas son sus únicas interacciones sociales y se vuelve más pesado. Así que no olvides que también es necesario atender la esfera personal. Llama por teléfono a tus familiares, aprovecha la misma tecnología de video llamada que usas para el trabajo, juega en línea cuando ya concluiste tus actividades laborales, retoma pasatiempos o aprovecha para hacer tareas en el hogar que siempre postergas. Cuidar la salud emocional como ya se ha dicho, también es importante para poder rendir en lo laboral.
- Reencuentro con lo natural: la presencia de la naturaleza en nuestra vida cotidiana, contribuye enormemente al bienestar físico, mental y espiritual. En nuestro blog encontrarás otras notas al respecto. Si vas a pasar más tiempo en casa que de costumbre, es buen momento para darle un apapacho a tus plantas de maceta o jardín, trasplantar las que han crecido a un espacio que permita a sus raíces crecer, hacer composta o armar un terrario. También puedes empezar o retomar un huerto en casa. Qué tal que ahora para evitar salir, parte de los alimentos que consumes los produces tú mismo(a) en casa. Estar en contacto con la naturaleza en la medida de lo posible, te ayudará a disminuir estrés, lo que necesitas para mantenerte con el foco adecuado en tus actividades laborales y personales. Date el espacio y el tiempo.
Fuente: Esta nota tomó referencias del contenido publicado por la Asociación Mexicana de Interiorismo Corporativo A. C. (AMIC). Puede consultar su nota en esta liga https://www.amicmexico.org.mx/noticia-8-consideraciones-para-hacer-home-office-102.html que a su vez cita sus propias fuentes.