Las fiestas decembrinas son festividades muy especiales para los mexicanos porque esperamos las vacaciones y las celebraciones con el fin de descansar de la escuela o la oficina; preparando la fecha más colorida y amorosa del año.
Estas fiestas incluyen las tradicionales posadas que se lleva a cabo 9 días antes de la Navidad, estos plazos representan valores como la humildad, fortaleza, desapego, caridad, confianza, justicia, pureza, alegría y generosidad.
Al ser una tradición católica, niños y adultos peregrinan hasta encontrar una casa que les pueda dar posada, este camino lo acompañan con cantos tradicionales y rezo; al llegar al lugar los anfitriones les ofrecen ponche, frutas de temporada, colaciones y al final rompen la tradicional piñata de siete picos.
Las posadas no pueden celebrarse sin piñatas, ya que tiene un significado religioso adoptado en la Nueva España; la clásica piñata con forma de estrella con picos simboliza los siete pecados capital: soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza.
Romperla significa acabar con estas tentaciones, al caer los dulces y la fruta representan la riqueza y bendiciones que la humanidad recibe por sus buenas acciones.
Se fabrican artesanalmente ya sea con una olla de barro o de cartón, con diferentes diseños, materiales y colores vivos, estas deben rellenarse con fruta de temporada o dulces.
Para romper la piñata se necesita colgar con un lazo y un palo que nos ayude a romperla, cada una de las personas en la posada que quiera participar la golpea mientras los demás cantan una breve canción “dale, dale, dale, no pierdas el tino porque si lo pierdes, pierdes el camino…”, cuando terminan de cantar pasa el siguiente participante hasta que se rompa.