Según la Constitución de la Organización Mundial de la Salud (OMS), “el goce del grado máximo de salud que se pueda lograr es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano.”
Sabemos que lamentablemente las brechas sociales y económicas entre las naciones y entre sus comunidades, alejan a muchos millones de personas de un entorno que les permita cuidar adecuadamente de su salud.
Según estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 80.5% de la población mexicana tiene acceso a los servicios públicos de salud, mientras que únicamente el 2.8% recibe atención a través de servicios privados. El 1.3% es atendido en otro tipo de servicios y un lamentable 17.3% no tiene acceso a ningún tipo de a servicio médico o afiliación a servicios de seguridad social y salud.1
Si nos estás leyendo, seguramente eres de los privilegiados que cuenta con más oportunidades de acceder a servicios de salud cuando lo requieres (ya sean públicos o privados).
Sin embargo, no está de más recordar que parte importante de tener una buena salud no es solo atender la enfermedad cuando se presenta, sino también llevar a cabo prácticas de prevención para evitar que ésta llegue. Según el mismo INEGI en su reciente estudio “Mujeres y Hombres en México 2016”, la esperanza promedio de vida en nuestro país para los nacidos a partir de 2016 es de 75 años, y se estima que para los nacidos en el 2030 sea de 77 años. Las mujeres tienen en promedio 5 años más de esperanza de vida que los hombres. Para los sistemas de seguridad social y de salud eso es todo un reto, ya que mientras mayor sea la esperanza de vida de la población, mayor la cantidad de recursos que se tienen que destinar a estos rubros, y mayor la complejidad para atenderlos.
En el mismo estudio se mencionan las enfermedades o condiciones con más riesgo de mortalidad en México que son las siguientes en orden de mayor a menor riesgo:
- Enfermedades del Corazón
- Diabetes Mellitus
- Tumores Malignos (cáncer)
- Enfermedades Cerebrovasculares
- Enfermedades del Hígado
- Enfermedades Pulmonares Obstructivas Crónicas
- Accidentes
- Insuficiencia Renal
- Afecciones originadas en el periodo perinatal
- Malformaciones congénitas del sistema circulatorio
Si reflexionamos un poco, para la mayoría de estas condiciones la prevención es importantísima para reducir el riesgo, evitar o retrasar que la enfermedad llegue y prolongar nuestra esperanza de vida individual, en mejores condiciones de salud.
¿En tu familia hay antecedentes de estas enfermedades?, ¿crees que estás en riesgo? Te presentamos siete tips para el cuidado de tu salud física y mental, con los que según diversas fuentes coinciden (hospitales, clínicas, laboratorios, portales de salud, organismos nacionales e internacionales en la materia).
- Higiene: prácticas comunes como el baño frecuente, lavado de manos, cepillado de dientes son hábitos que no deben pasarse por alto. Se incluye el manejo higiénico para la preparación de alimentos y su consumo. Enfermedades gastrointestinales, infecciosas o parasitarias pueden prevenirse de esta manera. También condiciones que afectan la piel o el funcionamiento de diversos sistemas y órganos. ¡No te saltes la higiene bucal por nada del mundo!
- Ejercicio habitual: como ya hemos compartido en otras notas, la práctica de actividad física y ejercicio contribuye a mantener el cuerpo funcionando adecuadamente, a fortalecerlo y a reducir el riesgo de padecer enfermedades. Te puede interesar 10 Razones para empezar a hacer ejercicio, ¡Pero ya! Si sales a pasear diario con tu perro o si vas al gimnasio, estarás haciendo ejercicio.
- Alimentación: es básica una nutrición balanceada, adecuada a la etapa de vida y con cantidades correctas de los productos de cada grupo alimenticio. ¡No se vale abusar de antojitos!
- Evitar hábitos de riesgo: tales como el consumo de sustancias tóxicas como el alcohol o el tabaco, entre otras. Para realizar tus actividades laborales, artísticas o deportivas, mantén siempre el cuidado de tu integridad, realizando prácticas seguras y usando los equipos de protección necesarios.
- Salud ambiental: según la OMS la salud ambiental está relacionada con el entorno de una persona. Es decir, se cree que los factores ambientales inciden en la salud y se afirma que un ambiente sano contribuye a que haya personas sanas.
- Desarrollo integral: somos cuerpo, mente y espíritu. Buscar el equilibrio en todas esas dimensiones es importante para la salud. Asistir a grupos afines a nuestras creencias religiosas o espirituales, así como tomar cursos o asistir a psicoterapia para cuidar de nuestro manejo de emociones, se convierten en acciones necesarias para cuidar del cuerpo también. Esto contribuye a disminuir el estrés y reducir el riesgo de padecimientos de la salud mental, que tarde o temprano repercuten en la salud física.
- Prevención: la detección oportuna de enfermedades para su mejor atención, se basa en la anticipación y la prevención. Si por antecedentes familiares o por condiciones en tu entorno tienes una predisposición a cierto tipo de enfermedades, lo más importante es que aprendas a identificar señales y signos en tu cuerpo, acudas a revisiones periódicas con el médico y que te realices los estudios clínicos necesarios de forma regular.
1 El total de las cifras mencionadas puede sumar más de 100%, debido al número de personas que tiene más de una afiliación