Sí, esa flor que continuamente encontramos junto a los caminos, baldíos, pastos secos, en campos cultivados, herbazales, entre otros y a cuyo fruto nos encanta soplarle para ver volar las partes de su esfera plumosa es, además, una planta llena de propiedades medicinales, entre ellas, para la salud del hígado pues desintoxica y depura el organismo.
- El diente de león o amargón, es una de las plantas medicinales y comestibles más utilizadas tanto en remedios naturales como en la alimentación. Entre sus principales usos en medicina natural, se encuentran sus propiedades para la salud del hígado.
- Esta hierba es rica en principios amargos (principalmente la taraxacina) que estimulan el hígado y sus funciones de desintoxicación hepática y eliminación de tóxicos del organismo. Es un buen estimulante de la función hepática y biliar, siendo muy útil en aquellos casos en que se presente hepatitis o cirrosis. Por sus propiedades depurativas, el diente de león puede utilizarse para limpiar la sangre de toxinas y proteger el hígado de una posible degeneración causada por intoxicación alimentaria o intoxicación química.
- También resulta ideal en aquellos en los que resulta fundamental eliminar residuos y toxinas de la sangre – colesterol, ácido úrico, diabetes urticaria, mala circulación, reuma, etc.-, y favorecer la expulsión de las piedras del riñón.
- Es una planta que estimula la producción de orina. Contiene altas dosis de sales de potasio, lo que la convierte en un diurético fuerte.
- Propiedades aperitivas muy destacadas, cuando se toma combinada con otras verduras o plantas silvestres en ensaladas, en cuyo caso mejora mucho la digestión. Sus principios amargos estimulan las funciones de los órganos digestivos. Los capullos de la flor, antes de abrir y preparados en vinagre, resultan deliciosos y abren también el apetito.
El diente de león no sustituye una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable, pero puede ser un elemento más para estar sanos.
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