El planeta está constituido por gases que nos permiten vivir, existe una capa que es una franja muy frágil, ésta nos protege de los rayos ultravioleta provenientes del sol.
Sin embargo, el descuido del ser humano durante años, ha provocado que se vaya deteriorando, por eso la Asamblea General de la ONU proclamó el 16 de septiembre como el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono.
La radiación tiene energía suficiente para interferir con los enlaces moleculares, por lo que hace cambios, provocando la aparición de cánceres en los humanos, la disminución de fotosíntesis, crecimiento y producción en plantas; en los océanos disminuye el fitoplancton (microorganismos vegetales, como las algas, que sirven de alimento para animales).
Los científicos han clasificado la radiación en tres tipos:
- UV-A: No llega a ser filtrada.
- UV-B: Es filtrada parcialmente por la capa, pero es la más dañina para la salud humana y ambiental.
- UV-C: No llega a la superficie de la tierra.
Consejos para preservar la capa de ozono:
- Evitar el uso de aerosoles o spray con gases clorofluorocarbonos (CFC).
- No usar extintores que contengan halones.
- Evitar el material aislante que contenga CFC.
- No utilizar productos de bromuro de metilo para los cultivos, ya que son altamente contaminantes.
- Hacer mantenimiento constante a los aires acondicionados y calefactores del hogar, a los coches, así como al frigorífico, porque de no hacerlo, pueden provocar fuga de CFC a la atmósfera.
- Utilizar aparatos electrónicos y focos ahorradores.
- Reducir el uso del coche, para reducir la contaminación al ambiente.
- Plantar un árbol, ya que genera más oxígeno al planeta y reduce el CO2.
- Limpiar el hogar con productos naturales como el limón, el vinagre o el bicarbonato.
Protejamos juntos la capa de ozono.
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