Originalmente, el Día de la Independencia de México, se celebraba como una forma de conmemoración al hecho histórico del que el cura Miguel Hidalgo, acompañado de Ignacio Allende y Juan Aldama, tocó la campana para llamar a sus feligreses a la rebelión contra el régimen español. Sin embargo, al paso de los años se ha convertido en una hermosa tradición compuesta de ritos nacionales.
En 1812, el general insurgente, Ignacio López Rayón, encabezó la primera conmemoración del grito independentista en Huichapan, en el actual Estado de Hidalgo. Desde ese momento, cada año, el gobernante en turno (presidente, gobernador o alcalde) sale a las once de la noche al balcón del palacio, eleva la bandera nacional y honra a los héroes patrios.
La comida típica de esa fecha es laboriosa, pero muy deliciosa, por ejemplo:
- POZOLE: Caldo hecho con carne de cerdo y granos de maíz, acompañado de lechuga, rábanos, cebolla picada, orégano y salsa, normalmente se come con tostadas untadas de crema. Regularmente es rojo, aunque también está el blanco y verde.
- TAMALES. Existe una gran variedad de sabores, pero los más comunes son de rajas, dulce, verdes y mole.
- CHILES EN NOGADA. Originario de Puebla, consiste en un chile poblano relleno de picadillo de cerdo con frutas secas, bañado en salsa a base de crema y nuez de Castilla, adornado con granada roja.
- PAMBAZOS. Hecho de bolillo o telera, relleno de papa y chorizo, lechuga, queso, crema y remojado en salsa roja.
- TACOS. Éstos pueden ser de diferentes guisos como los de chicharrón, chorizo con papa, pastor y rajas con crema.
Estos son algunos guisados que, la mayoría de mexicanos, preparan para esta fecha conmemorable.