Todas las especies, desde las más pequeñas hasta las más grandes en el planeta, tienen una función para su preservación.
Existen diversos ecosistemas como bosques, selvas, tundras, desiertos y marinos, con sus respectivas extensiones, los cuales cuentan con especies originarias que ayudan a conservar su hábitat.
Ahora, las aves cumplen un papel importante en el medio ambiente, porque a través de su vuelo sobre el área donde se encuentran, logran dos aspectos principales:
- Dispersión: Pueden transportar y esparcir semillas, polinizar flores y ampliar la ubicación de especies vegetales.
- Control biológico: Cuando ellas o sus crías se alimentan de insectos ayudan a evitar plagas, brindando equilibrio en las zonas que habitan, por ejemplo, en la agricultura, las aves auxilian a evitar que los insectos causen daños en los cultivos.
Además, son excelentes en navegación guiándose por medio del sol, estrellas y magnetismo; la migración de las aves consiste en viajes estacionales en respuesta a cambios en la disponibilidad de alimentos y cambios climáticos o de hábitat.
Las aves se ven amenazadas por las actividades humanas, ya que destruimos sus entornos naturales, forzándolas a migrar a nuevos lugares donde puedan adaptarse y sobrevivir o, al contrario, desafortunadamente perecer.